Ales es el pintor que vive solo en una casa en el Fiordo observando su vida para encontrar un sentido. Aquí, en el volumen II, el lector asiste a dos hechos que marcaron su infancia. Dos hechos que tienen que ver con la muerte y con la vergüenza o el despertar a la oscuridad.
Fosse es capaz de devolvernos la sensación pérdida tan presente en la niñez y también la sensación de descubrimiento, ese ver el mundo por primera vez sin saber que cada una de nuestras experiencias determinará nuestra vida.